
Desconfío de la gente que siempre quiere hacerte sentir bien, bajo cualquier circunstancia. Elogian con o sin motivo, halagan, te hacen fiestas y carantoñas las merezcas o no. En suma, ante su mirada benevolente eres un irresponsable al que, más o menos, se tiene entretenido, contento, para que no dé demasiado la tabarra.
Por el contrario, hay gente (en mi existencia escasísima), que tarde o temprano hace que me enfrente con la verdad y con todas y cada una de las consecuencias de lo que hago, digo, pienso, siento... Ayudan a ser yo mismo, aunque duela. Ayudan (como ningún amigo sin condiciones puede ayudarte), a ver lo que hay de bueno y también de equivocado, egoísta atolondrado, soberbio, en el proceder de cada día. Son personas que no exigen nada, pero hacen que uno se lo exija todo. Quizás no te digan la verdad a la cara y a las bravas, pero tarde o temprano harán que te mires en el espejo de esa verdad que necesitas como el aire que respira tu alma. Con esas personas, o manda el corazón desnudo o nada funciona.
Son las únicas personas imprescindibles en la vida de cada uno.
En la mía por lo menos.
Emocionante: "o manda el corazón desnudo o nada funciona ".... Por cierto "tu chica" GUAPÍSIMA!
ResponderEliminarBonita entrada.
ResponderEliminar