José Vicente Pascual González – Blogs
El profesor y escritor gallego Miguel Salas (1977), doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Valladolid y columnista de la edición de Ferrol de La Voz de Galicia, es el ganador de la vigésima sexta edición del Premio de Poesía Hiperión, por su libro Las almas nómadas, que se publicará en el mes de mayo, con el fin de que pueda presentarse en la Feria del libro de Madrid. De familia ferrolana, Salas nació en Madrid, pero todo cuando ha forjado su amor por las escritura y por los libros lo vincula, como él mismo no oculta, al Ferrol de sus afectos, y por lo tanto a Galicia. (Es el poeta galardonado, por tanto, y permítasenos el desenfado, uno más de esos muchos ferrolanos... que no nacieron precisamente en Ferrol).
Hölderlin, en el recuerdo
Al Premio Hiperión, uno de los más prestigiosos de la lengua castellana, concurrían, esta vez, 293 originales. El jurado, del que formaban parte los poetas Francisco Castaño, Luis García Montero, Almudena Guzmán, Jesús Munárriz, Benjamín Prado y Jenaro Talens, se reunió en Madrid el pasado día 19, como es tradición, en la víspera del aniversario del nacimiento de Hölderlin y anticipando, también, la «llegada de la primavera».
Hasta ahora, Salas había publicado los libros La luz (Hiperión, 2007, premio de Arte Joven de la Comunidad de Madrid); Mala baba: Antología malvada de la poesía infantil española (Madrid, Hiperión, Colección Ajonjolí 2007) y Mitos Patrióticos, apuntes sobre la formación del nacionalismo español en la literatura del siglo XX (Universidad de Valladolid, 2010). El libro galardonado ahora con el Premio Hiperión, Las almas nómadas, está dividido en tres partes: El corazón en sombras (Monólogos de amor), Misa diaria (Monólogos de vida) y La semilla caliente (Monólogos de muerte).
Ayer, desde Taiwán, Salas señalaba que «la distancia provoca, invariablemente, melancolía y nostalgia; aunque en ocasiones ver las cosas de lejos nos da un punto de lucidez que nos falta cuando estamos demasiado cerca, y pone todo en su sitio». Sostiene el escritor ferrolano, además, que la poesía es, en efecto, literatura: «la forma más antigua y esencial de la literatura», si bien «no del mismo modo que los demás géneros», aunque de alguna manera también participe «de la ficción».
Miguel Salas afirma, desenfadado, que el lector ideal de sus versos sería «cualquiera capaz de superar el prejuicio de que esto de la poesía no hay quien lo entienda», y añade que sus poemas «nacen de la necesidad de entenderse», como «toda la literatura»; y que de alguna manera también son hijos «de una infancia rodeada de libros y de lectores». «El deseo de dotar de significado a la propia vida -subraya Salas- impulsa la literatura».
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