Omnipresentes
El leonés Juan Carlos Mestre, los vallisoletanos Gustavo Martín Garzo y Eduardo Fraile, y el salmantino Luciano G. Egido protagonizaron ayer en la FIL de Guadalajara la mesa redonda «Poetas y narradores de Castilla y León», donde rechazaron de forma unánime cualquier diferenciación entre verso y prosa, para subrayar el valor y el poder de la palabra y la literatura como «un acto de redención para el hombre».
Ante un auditorio muy concurrido, Martín Garzo aseguró que «la palabra de la literatura es por encima de todo palabra poética, una palabra capaz de dar vida. No sólo está en manos de los escritores, sino de cada uno de nosotros. La lectura debe tener la capacidad de dar la vida, porque se lee para vivir con más intensidad, cada uno de nosotros, su propia vida». El relevo lo tomó el Premio Nacional de Poesía 2009, Juan Carlos Mestre, para quien «una de las tareas de los escritores sea repoblar espiritualmente el mundo». Arrollador, recordó que con 14 años leyó por primera vez un libro de poesía contemporánea, donde encontró un verso que cambió su vida: «La belleza no es un lugar donde van a parar los cobardes». Su autor, Antonio Gamoneda, escuchaba atento en el auditorio.<TB>
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