¿Por qué los medios de comunicación y las editoriales siempre utilizan la imagen del Borges anciano? Esa expresión entre venerable y ladina, la facundia porteña amalgamada con la seriedad y el rigor británicos, la súbita brillantez de lo ingenioso y lo bellamente oscuro de lo trascendente, es el paisaje de fondo con que Borges edificó su leyenda. Al final consiguió lo que se proponía: convertirse en su mejor creación literaria. Ni siquiera se privó de la ceguera, último matiz imprescindible a quien hizo de su vida (o mejor dicho: su estar en la vida), un corto relato de visiones deslumbrantes y una larga relación de anécdotas y frases memorables. La obra de Borges sin el personaje Borges sustentándola tendría el mismo valor que la de cualquiera de sus queridos poetas bonaerenses de finales del XIX. La obra fascinante pero no definitiva de "un italiano que habla español y cree que es inglés".
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