ADN - 23/11/2010
Los especialistas en la obra de Roberto Bolaño se dan cita esta semana en la Casa de América de Madrid para rendir homenaje a uno de los iconos de la literatura latinoamericana de los últimos tiempos, en la XXV Semana de Autor.
Bolaño (1953-2003) fue definido como "héroe de la escritura" por el crítico español Ignacio Echevarría, asesor de esta Semana de Autor, organizada por la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID) y Casa de América, que reflexiona sobre la obra del escritor desde ayer, lunes, y hasta el próximo sábado.
Las diferentes facetas del autor se abordan en cuatro mesas redondas durante los actos programados en Casa de América, donde hoy se presenta el documental "Roberto Bolaño: la batalla futura", dirigido por Ricardo House.
La cantante Patti Smith será la encargada de cerrar el próximo sábado esta semana dedicada a Bolaño, con un recital de fragmentos de la obra del autor de "Los detectives salvajes".
Entre los participantes de las jornadas figuran escritores como el argentino Patricio Pron o el chileno Alejandro Zambra y los traductores de la obra de Bolaño al inglés y al alemán, Chris Andrews y Heinrich von Berenberg, respectivamente.
El ecuatoriano Wilfrido Corral, la española Dunia Gras y el chileno Carlos Franz son otros estudiosos presentes en esta Semana de Autor, que en anteriores ediciones se había dedicado a escritores vivos.
Bolaño logró catalizar "elementos que están en el ambiente", con un carácter de escritor "nómada o extraterritorial" que lo convirtió en representante de una cultura "móvil y sincrética", destacó a Efe Ignacio Echevarría, asesor de tres libros póstumos del autor.
El éxito de Bolaño se debe, según el crítico español, a que él proponía de manera inconsciente una vertiente diferente a la del "boom" latinoamericano, desligada de cualquier país y de folclorismos y más bien vinculada al exilio.
Por eso, para el crítico literario, Bolaño representa una cultura puente entre América del Norte y del Sur y, a su vez, entre este continente y Europa.
Además, según Echevarría, el chileno fusionó en su obra muchos elementos de la cultura de masas, que son perceptibles en su libros a través, por ejemplo, "de los elementos de la novela negra, la cultura del rock, la estructura del 'beat' y la ciencia ficción".
Unidas a "un genio personal" y a la muerte del autor, estas características han consolidado "el mito de Bolaño como escritor salvaje y vanguardista", explicó el crítico.
Echevarría subrayó la figura del chileno como "personaje encantador y divertido", con una "curiosidad insaciable y una generosidad muy grande como lector de sus contemporáneos".
"Bolaño estaba además fuera del parámetro del escritor convencional, pues veía concursos televisivos y películas de ciencia ficción y escribía con los auriculares puestos, escuchando música de rock duro", agregó.
Con un pasado de recolector de baratijas, vigilante nocturno o vendedor de tienda, el chileno, además de escritor peculiar, llevaba una vida de superviviente que, según Echevarría, hace que en él confluyan el "héroe de la escritura" y la persona con "una enorme comprensión hacia los perdedores de este mundo".
Bolaño estaba además obsesionado con el olvido de los escritores con talento, que en su obra se convierte en un tema recurrente y central a través del personaje de escritor escondido.
Para el crítico, este interés pudo haberse acentuado tanto por su larga etapa como escritor desconocido como también debido a la enfermedad hepática que Bolaño sufría y que lo llevó a la muerte.
Después del fallecimiento del autor, Echevarría ha apoyado la coordinación editorial de las obras póstumas "Entre paréntesis", "2666" y "El secreto del mal".
Después de estas obras y ante el éxito de acogida del autor chileno a escala mundial, ganador del premio Herralde y Rómulo Gallegos, la publicación tanto de obras inéditas como de textos consagrados ha continuado hasta hoy.
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