martes, 26 de febrero de 2013

Patricia Cornwell protagoniza su propia novela de misterio

José Vicente Pascual González - News

El País (26/02/2013)


Patricia Cornwell detesta la palabra misterio, pese a haber amasado una fortuna con la saga de novelas de ese género protagonizadas por la médico forense Kay Scarpetta. Y pese a no gustarle el término, la escritora había logrado convertir en un enigma casi todo lo que rodeaba a su vida privada. En el último mes y medio, sin embargo, Cornwell ha asistido, impotente, al escrutinio más descarnado de su intimidad.

Durante las siete semanas que ha durado el juicio contra sus antiguos contables, a los que la escritora acusó de haberle ocasionado pérdidas multimillonarias por su mala gestión, la novelista ha visto su vida diseccionada con mayor precisión que cualquier autopsia que pudiera haber realizado la doctora Scarpetta, su personaje de ficción. “Estos días han sido peor que tragar arsénico”, confesó Cornwell en una entrevista a The Boston Globe, tras conocerse que sus administradores habían sido condenados a pagarle 38,6 millones.
El proceso judicial ha dejado al descubierto las excentricidades, las miserias y el lado más paranoico de la famosa escritora. Cornwell, de 59 años, nunca ha escondido que padece un trastorno bipolar o que sufrió abusos psicológicos por parte de su padre -que falleció cuando ella tenía siete- y en las familias de acogida con las que vivió de niña, cuando su madre tuvo que ser internada por depresión. "Mis hermanos no paraban de decirme lo fea que era, si ahora parezco superficial es porque aún sigo insegura de mi aspecto físico", escribió para The Observer en 2009.
Cornwell también ha sufrido depresión, como su madre, y anorexia nerviosa, pero es su trastorno bipolar el que la determinó a ceder, en 2004, todo el control de sus finanzas a la empresa contable Anchin, Block and Anchin. "Debido a mi enfermedad, tenía problemas para manejar mis finanzas", declaró la novelista en el juicio. Cuando, cuatro años después, comprobó que en su cuenta sólo quedaban 9,8 millones casi el equivalente a lo que se embolsa en un año, pidió explicaciones a sus administradores, quienes alegaron que el elevado tren de vida de Cornwell y su mujer, la doctora Staci Ann Gruber, era el responsable del estado de sus cuentas.
Un servicio de coche de alquiler de 756 euros diarios; 7,5 por la renovación de una mansión en Massachusetts; 900.000 euros por la adquisición de un apartamento en Florida; 30.300 euros mensuales por un apartamento en la Trump Tower de Nueva York -que abandonó a los pocos meses-; 152.000 euros por los impuestos del helicóptero que posee; cinco millones en viajes en jets privados;..."Me gustan los coches espectaculares y los lugares bonitos. Soy millonaria, no puedes esperar que viva en la miseria", dijo en el juicio. Cornwell explicó que se ve obligada a cambiar tan a menudo de residencia cuando escribe, por sus problemas de concentración. Ruidos de obras, vecinos amables que pasan a saludar demasiado... son suficientes para que se mude, reconoció. Una muestra más de su carácter que quedó expuesta en el proceso, otro trago de arsénico...
Los más de 100 millones de libros vendidos de la saga de la doctora Scarpetta han llenado de dinero el bolsillo de Cornwell, pero también han hecho crecer las obsesiones de la escritora. Los abogados de la defensa hicieron públicos mensajes privados en los que criticaba a otros amigos, además de un listado que ella remitió a la policía de Massachusetts con los nombres de quienes consideraba una amenaza para ella, entre los que se encontraban antiguas amantes y otra escritora de misterio, Kathy Reichs, a la que consideraba su rival. "No hace más que criticarme y quiere ocupar mi lugar", escribió a las autoridades.
La autora ha asegurado que parte del dinero obtenido en el juicio lo donará a una institución de enfermos mentales. Ahora trata de concentrarse para terminar de escribir la nueva novela de la doctora Scarpetta. Esta vez, Cornwell tiene material de primera mano para construir la intriga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.