Estos pequeños fenómenos de la cotidianeidad virtual confirman plenamente, una vez más, dos certidumbres instaladas en mi santiscario desde hace mucho:
-Cualquier imbécil que pague una tarifa plana (si se la pagan sus padres mejor), compra el derecho y en consecuencia se siente legitimado para publicar lo que quiera, dar opiniones que nadie le ha pedido y que nadie necesita, escribir mugrientas majaderías con todas las faltas ortográficas que le sugiera su ignorancia ... y puede obtener considerable éxito de audiencia.
-Se deduce de lo anterior: un porcentaje muy elevado de los usuarios de Internet son estúpidos; gente aburrida y de gustos groseros que encuentra placer en el anonimato y la crueldad propia de los tontos, como el goce pueril, tan miserable, de reírse del aspecto físico de los demás. (Otra imbecilidad que añadir a las fechorías de esa legión de mentecatos que se conectan a la red, pues están como para hablar del vecino: la mayoría son feos [y feas] de pecado; no hay más que visitar los perfiles de las redes sociales y las espantosas fotografías que abundan por allí, para comprobarlo).
Conclusión: mis niveles de misantropía, el pasado viernes 13 (de abril, de 2012), ascendieron hasta lo sublime. Es triste reconocerlo, pero la gente, en general, no me cae bien. Es alentador saberlo: yo tampoco caigo bien a casi nadie. A la recíproca estamos, y resulta delicioso el convencimiento de que ellos, los idiotas, están en una orilla y yo en otra. Lo malo es que cualquier cretino con tarifa plana puede remar hacia donde quiera y molestar donde le apetezca. No cabe el consuelo de Bukowski: “No odio a las personas, pero me encuentro mejor y más seguro si están lejos de mí”. Por desgracia, para librarse de ellos en Internet no es suficiente con mandarlos a tomar por donde no les da el sol. Maldición.
Josevi, has dado en el clavo. Hay mucho gilipollas con tarifa plana. Te voy a coger la idea para una columna. ¿Me permites?
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ResponderEliminarToda tuya, Andrés. Un abrazo!!
ResponderEliminarVaya, el mensaje "Excusas para no follar con una gorda" me resulta absolutamente "alentador" justo ahora que he perdido mi tipo sílfide y estoy a dieta.
ResponderEliminarDe todos modos, creo que ni flaca ni gorda he sido nunca una mujer de éxito con los hombres. En primer lugar, la culpa ha sido mía absolutamente. Cuando era aquella chica de melena pelirroja y cuerpo de escándalo, me parecía que todo el que se me acercaba sólo quería llevarme al huerto. En segundo lugar, siempre he tenido la mala costumbre de enamorarme de buenos cerebros, casi siempre, ocupados.
Ahora que estoy/me siento gorda...Descubro que hay diferencia entre unos kilos de más y la obesidad. Cada día compruebo como personas realmente obesas tienen graves problemas debido a su peso y eso es alarmante. Para terminar con un poco de felicidad, me alegra que esas chicas que "no responden al perfil" se vistan como quieren y no tengan que esconderse.
Lucía, si hubieses vivido casi cinco años en Sevilla, como un servidor, tendrías asumido que la expresión/realidad "gorda" alcanza categorías inconmensurables en depende qué lugares. Y sin problemas ni complejos, por cierto. De cualquier forma, la entrada no va de lo gorda o poco gorda que está la gente, sino de lo escuálido, rayano en lo anoréxico, de muchas mentalidades que pululan por internet. (Con perdón por lo de "mentalidades"). :-)
ResponderEliminarConozoco por desgracia esa expresión/realidad y la deformación de esa realidad a la que podemos sucumbir. No obstante, ahora sólo me resta reconciliarme con esa mujer que me mira desde el espejo, porque me he abandonado y no me reconozco.
EliminarUn abrazo,
L. de Fraga.
El trauma de la calle ancha, "en mi puerta sólo aparco yo y mi yerno..."
EliminarHola, interesantes tus palabras. Para mi es que en sí el concepto "trending topic" o como se diga, o la idea del "twitter" a mi me tira bastante para atrás, no sé si más aún desde que vi a ese memo, bueno, un tipo de esos que trabaja en telecinco y evalúan las actuaciones de los concursantes, diciendo que el que no disfrutaba con twitter era porque era gente aburrida, que había hilos la mar de interesantes. El tipo lo decía aleccionando a la gente. Twitter me parece un perfecto caldo de cultivo para el pseudo intelectual, mucha mierda de frasecitas, mucha superficie y muy poco fondo, a parte del que se trasluce. Un mundo de memos haciéndose la rosca y justificándose entre ellos. Sobre el tema de "excusas para no follar con una gorda" pues es un tema ideal para airear compañerismo en la pura morralla que sugiere el tema, un tema perfecto para su medio.
ResponderEliminarInteresante la teoría de que twitter es para "gente divertida". En efecto: el ingenio suplanta a la inteligencia y la descalificación a la argumentación razonada. Twitter es el campo de juego perfecto para los listillos que tienen dos o tres ocurrencias al día, ninguna de valor suficiente para alcanzar más eco que, precisamente, el de una red social tumultuaria. Dejo aparte de esta consideración a publicistas, políticos y gente que usa twitter para "reconducir" sus opiniones hacia otros lugares donde se tratan con más esmero. Lo breve si es bueno vale... Pero qué poco bueno hay en ese sitio (y en Internet). Saludines.:)
ResponderEliminarEntonces mi mujer que está gordita, ¿me la follo o mejor aún dejo que me folle ella a mí? Si las niñas de ahora la gran mayoría son canijillas, chiquinas y sin tetas (...) Hablaré con mi pisiquiatra pero que conste, yo no estoy loco, yo no estoy loco, yo no estoy loco (...) (...)
ResponderEliminarTe saco de dudas. Estás como una cabra :)
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